martes, 12 de febrero de 2008

Te compraré flores

o de como la música electrónica no está reñida con el arte.




Bajo esta tierna estética burtoniana encontramos uno de los vídeos de Emilie Simon, una joven autora francesa considerada ya como uno de los estandartes de la música electrónica. Y es que como podemos apreciar en el vídeo, la música no he de dejar de ser arte por el hecho de que realice con instrumentos electrónicos y sintetizadores.

Emilie Simon nace en Montpellier (Francia) hija de un ingeniero de sonido y compositor. Por lo que como se suele decir, de casta le viene al galgo. Publica el en 2003 un disco de nombre homónimo que no tardaría en recibir premios. Este disco incluye canciones como
Désert o Flowers (el video de nuestra cabecera) que ya dejan claro el cuidado con que trata toda su obra, no sólo cuidando cada detalle, sino volcando en el todos sus sentimientos y sus gustos. Gustos variados que pasan por el jazz o el rock, lo que le conduce a realizar un cover de The Stooges, I Wanna Be Your Dog. A mi parecer pocos cover igualan al original, y solo recuerdo un caso en el que lo supere, (se trata de Still Loving You de Scorpions, versioneado por Sonata Artica, pero ese es otro tema) y este no es uno de esos casos, aunque si deja en muy buen lugar la canción.

Después de componer la galardonada banda de
La Marche de l'Empereur, saca al mercado su segundo disco en 2006, donde experimenta con nuevos sonidos y dejando tan buen sabor de boca como en su disco anterior con canciones como Fleur de Saison o Dame de Lotus.

Lo único que me queda por decir es que al escuchar su voz entiendo a los marineros de Odiseo cuando se dirigían irremediablemente hacia las rocas.

Para más consultas los todopoderosos Google y Youtube.
Página de Emilie Simon -(en francés)

domingo, 10 de febrero de 2008

Los porqués

Es sabido y siempre se ha comentado que las cosas tienen sus porqués, pero reconozcamoslo, más de un porqué también tiene sus cosas. Esas cosas que hacen que coloquemos un porqué sobre otro porqué, y dado que nuestra entendedera no ha variado entre un porqué y el otro, volverá a tener sus cosas, entrando así en un bucle o, lo que sucede más habitualmente cuando tenemos más de 3 años, dejando la cosa en las cosas del segundo porqué y quedándonos con cara de tonto ante el interlocutor pero afirmando que sí.

Vamos, que todo esto no es más que un rollo patatero para que tengas algo que leer mientras me curro un post medianamente decente para el blog. Mientras tanto, un poquito de dedo-relax. (¡Haii!, como me gustaría ser ese dedo)